Leonardo

Antoni Arola

Luminaria de suspensión

2003

Santa&Cole

Fotografías
Carme Masià

Finas tiras de madera de arce anudadas a un armazón de acero envuelven una intensa fuente de luz, dotándola de cualidades volumétricas.

Leonardo | Luz | Estudio Antoni Arola
Leonardo | Luz | Estudio Antoni Arola
Leonardo | Luz | Estudio Antoni Arola
Leonardo | Luz | Estudio Antoni Arola Leonardo | Luz | Estudio Antoni Arola

Finas tiras de madera de arce anudadas a un armazón de acero envuelven una intensa fuente de luz, dotándola de cualidades volumétricas. Una de las peculiaridades de esta lámpara es que, gracias a la elasticidad y resistencia que posee la fibra del arce, permite montarla al gusto de cada uno. Existe en dos tamaños: la menor, de 60 cm de diámetro con tiras de 10 cm de anchura; y la mayor, creada para grandes espacios, con 120 cm de diámetro y tiras de 20 cm. Todas las tiras están numeradas para seguir un correcto montaje, engarzándolas en las aristas de un núcleo cúbico de acero niquelado, semejante a una jaula. El resultado es un nudo luminoso que proyecta la luz en distintos planos, con transparencias variables. Su nombre fue inspirado por la exposición que en el momento de su gestación se estaba desarrollando en el estudio sobre Leonardo Da Vinci, aunque bien podría haberse llamado “Tagliatelle” o “Ghery”.

Fotografías: Carme Masià

Leonardo | Luz | Estudio Antoni Arola
Leonardo | Luz | Estudio Antoni Arola
Leonardo | Luz | Estudio Antoni Arola
Leonardo | Luz | Estudio Antoni Arola
Leonardo | Luz | Estudio Antoni Arola
Leonardo | Luz | Estudio Antoni Arola Leonardo | Luz | Estudio Antoni Arola
Leonardo | Luz | Estudio Antoni Arola
Leonardo | Luz | Estudio Antoni Arola

"Leonardo nació de la recolección y de lo imprevisible: Un día, en el barrio donde vivo, el Poble Nou, recogí un pliego de chapas de madera. El pliego pasó más de un año deambulando por diferentes rincones del estudio pero, sin ninguna razón, me resistía a desprenderme de él. Un domingo decidí tirarlo pero antes no pude evitar el intentar sacarle algún provecho y decidí probar “algo” con él... estuve un buen rato cortando y pegando las chapas pero el resultado no fue satisfactorio. Harto, opté por dar por terminada la labor y empecé a recoger. Al intentar introducir las lamas estropeadas en una bolsa de basura fui construyendo, de manera inconsciente, un buen ovillo rebelde entre mis brazos y, de repente, en un instante maravilloso, me di cuenta que había conseguido mi objetivo: acababa de nacer la lámpara Leonardo. Por un lado, el secreto estaba en la elasticidad indomable de la madera, en apreciar la calidad del material y en reconocer sus propiedades, y, por el otro, en el proceso de racionalizar su estructura, en el de ordenar ese aparente caos... la verdad es que de ahí surgieron algunas imágenes muy “leonardianas” y, naturalmente, ¡también su nombre!"

Antoni Arola
Libro AX. Diez años luz. Barcelona: Santa&Cole, 2007