Nimba

Antoni Arola

Lampara de suspensión

1997

Santa&Cole

Fotografías
Carme Masià
Jao Mendes
Jara Varela

Premios
1997

Delta Selección ADI-FAD

En alusión a su etéreo concepto esta lámpara debe su nombre al “nimbus” o aureola que coronaba las imágenes religiosas.

Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola
Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola
Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola
Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola
Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola
Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola
Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola
Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola

En alusión a su etéreo concepto esta lámpara debe su nombre al “nimbus” o aureola que coronaba las imágenes religiosas. Simplicidad compositiva y sofistificación tecnológica se unen para crear una lámpara de dimensiones generosas evocadora de un pasado esplendoroso. Técnicamente consiste en un perfil metálico donde se inserta una pantalla difusora que aloja una secuencia de pequeñas bombillas de xenón. El sistema de iluminación Agavekov, tradicionalmente empleado en arquitectura, inspiró su creación, aportando características de gran resistencia y durabilidad a una lámpara muy apropiada para espacios amplios y techos altos. La Nimba llena el vacío como una corona radiante creando ambientes espirituales e incorpóreos, de esparcimiento, de recogimiento o de tránsito, que se realzan con su presencia. Un ejemplo de su aplicación lo tenemos en la Biblioteca Nacional de Madrid.

Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola
Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola
Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola
Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola
Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola
Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola
Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola
Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola
Nimba | Luz | Estudio Antoni Arola

"La Nimba fue mi primera lámpara, la primera que diseñé en mi propio estudio. Por esta razón y por su estética, es una de mis preferidas. El origen, como casi siempre, tiene algo de casual, de encontrado. Todo empezó jugueteando con un sistema de iluminación lineal (Agabekov) pensado básicamente para la arquitectura. La peculiaridad de este diseño, consistente en una ristra de bombillas muy pequeñas, es que, además de proyectar una luz dulce y cálida, se puede curvar en ambos sentidos. El juego consistió en hacer un aro con ella y colgarlo del techo con unos tensores casi invisibles. Añadimos una pantalla interior circular translúcida, que difundía la luz y tapaba la ristra: un halo de luz. La sensación era volátil, casi celestial. La lámpara Nimba nació con vocación tradicional y universal, casi de modo inconsciente, al recrear y actualizar una tipología tan clásica como la historia de las propias lámparas. Su desarrollo técnico fue muy largo y también complejo, pero se salvó de la quema gracias a la tenacidad y el instinto de Jordi Miralbell."

Antoni Arola
Libro AX. Diez años luz. Barcelona: Santa&Cole, 2007